¡Basta de usar a los migrantes como peones sacrificables por los intereses de la clase dominante!
La crisis migratoria en la frontera entre Bielorrusia y Polonia está en el centro de la atención pública.
Trabajadores y pueblos contemplan las dramáticas condiciones de miles de migrantes provenientes principalmente de Oriente Medio, atrapados en el frío, entre una alambrada de espinos y las fuerzas armadas en la misma frontera de los dos países, mientras crece la tensión internacional.
Polonia y la UE acusan a Bielorrusia de enviar de forma intencionada y organizada a inmigrantes en represalia por las sanciones, mientras que Bielorrusia niega tales cargos y amenaza con cortar el suministro de gas ruso a los países de la UE.
Es evidente que los inmigrantes son víctimas de las disputas “geopolíticas” entre Bielorrusia y Rusia, por un lado, y Polonia y la UE, por el otro.
Ningún poder burgués se preocupa por las personas que huyen de sus países, devastados por décadas de políticas imperialistas, de agresiones, de opresión y miseria, para alcanzar una vida mejor.
El gobierno de Polonia, después de negarse durante un año a la redistribución de los inmigrantes llegados a Italia, Grecia, España, etc., ha vallado su frontera, independientemente de que sea miembro de la UE, “defensora de la libertad y la democracia”.
Los líderes imperialistas de la UE ahora expresan su solidaridad con Morawiecki, después de haberlo acusado durante meses de pisotear el “estado de derecho” en Polonia y ampliar las sanciones a Bielorrusia.
Estos hipócritas malhechores son los mismos que pagaron a Erdogan para detener la migración hacia Europa; que presionan a los países de África y Oriente Medio para que adopten medidas similares; que no hicieron nada para lidiar con un problema que se conocía desde hace meses.
Los hechos confirman que las libertades burguesas y los derechos humanos son solo palabras; que en la práctica se tiran por la borda todos los principios pregonados por la clase dominante.
Esto es cierto también para Bielorrusia y Rusia, que no solo tienen en cuenta sus propios intereses estatales-burgueses en la rivalidad y competencia con las potencias imperialistas occidentales, sino también contra los trabajadores y los pueblos oprimidos.
Los miembros europeos de la CIPOML:
- Denunciamos las acciones represivas de las Fuerzas Armadas y la violencia del Estado contra los migrantes, que son actos de agresión contra los trabajadores y pueblos del mundo y aumentan el peligro de guerra.
- Llama a los trabajadores y pueblos a que alcen su voz contra la política reaccionaria, provocadora y belicista de la burguesía, y a que se solidaricen con los inmigrantes, que tienen derecho a ser asistidos y aceptados en la UE.
- Condena a los Estados imperialistas y capitalistas como responsables del drama en la frontera entre Bielorrusia y Polonia, así como en el Mar Mediterráneo, en los Balcanes y en otras rutas migratorias.
La causa de los problemas que afectan a la humanidad es el sistema capitalista-imperialista, y la solución solo puede venir del establecimiento revolucionario de un nuevo y superior orden social: ¡el socialismo!
CIPOML Europa