La Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista-Leninistas, CIPOML, saluda a los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo con motivo del 1º de Mayo, emblemática fecha que simboliza la lucha que libra el proletariado internacional en contra de la explotación capitalista, por conquistar su emancipación social, por la revolución y el socialismo.
Esta conmemoración se produce en el contexto de un mundo convulsionado, en el que se avizora que una nueva crisis económica del capitalismo está en camino. Como ha ocurrido en crisis anteriores, llevará a millones de trabajadores a la desocupación, provocará la disminución de los salarios, el aumento de la pobreza, la migración y otros problemas a las clases trabajadora; pero, también, será motivo para que los Estados de los países imperialistas y capitalistas más desarrollados implementen programas de salvataje a los grandes monopolios industriales y financieros que «presentan dificultades económicas», como ya lo están haciendo a propósito de la crisis bancaria que, hace pocas semanas, hundió a varios bancos en los Estados Unidos, Alemania y Suiza.
Independientemente de que se produzca una nueva crisis económica del capitalismo, lo cierto es que los trabajadores y los pueblos son víctimas de la explotación, opresión y el discrimen. Por eso combaten las políticas antipopulares aplicadas por los gobiernos de los respectivos países, orientadas a favorecer los intereses de la gran burguesía y el capital monopólico internacional. Ahora mismo, el mundo es testigo del ascenso de la lucha de las masas por sus reivindicaciones y derechos, en la que los trabajadores y la juventud cumplen roles protagónicos. Europa se ha convertido en epicentro de esta confrontación de clases, en el seno de países imperialistas y capitalistas más desarrollados, la clase obrera levanta su voz con energía y demanda cambios urgentes; pero la lucha de los trabajadores, de la juventud y las mujeres de los sectores populares está presente en todos los continentes. El ascenso de la lucha de los trabajadores y los pueblos a nivel mundial evidencia que cobra intensidad la contradicción que enfrenta a la clase obrera y la burguesía, al trabajo y al capital.
Vivimos en un mundo condicionado por los vaivenes de la confrontación entre las potencias imperialistas y sus bloques y pactos económicos y militares. La guerra interimperialista que tiene como escenario Ucrania es una expresión de ello, pero no es su única manifestación. Están en curso conflictos armados localizados en otros países, guerras comerciales, se fortalecen los aparatos y ejércitos militares, hay disputas por el control económico y político de todo el planeta. Las pungas interimperialistas, particularmente la que se presenta entre Estados Unidos y China, nos advierte el peligro de una conflagración mundial.
Los pueblos no podemos tomar partido por una u otra potencia imperialista, por una u otra alianza económica y política de los estados capitalistas porque todos representan los intereses de los grandes monopolios internacionales, del capital financiero imperialista. Por eso, reiteramos nuestra condena a la guerra interimperialista que se desenvuelve en Ucrania, levantamos las banderas de la paz, que significa luchar en defensa de la vida de los trabajadores y los pueblos y mantener una justa posición antiimperialista.
La CIPOML expresa su solidaridad con los trabajadores y los pueblos víctimas de la agresión de potencias extranjeras, particularmente expresamos nuestra voz de aliento al pueblo palestino que durante décadas combate por el derecho de vivir en paz en el territorio que le pertenece y constituirse como Estado autónomo y soberano; condenamos al mismo tiempo la criminal política del régimen de Benjamín Netanyahu, cabeza del Estado sionista de Israel.
Lo que ocurre en el mundo de hoy, resultado de la agudización de problemas y fenómenos que son propios del sistema capitalista, confirma una vez más que este régimen no tiene nada bueno que ofrecer a los trabajadores, a la juventud y a los pueblos. Este es un régimen de explotación a los trabajadores y de opulencia para la burguesía; es un sistema que vive en guerra contra los pueblos, para proteger el paraíso en el que se reproduce el gran capital.
Los trabajadores no pueden continuar sometidos al dominio y a la explotación del capital. La lucha por las reivindicaciones inmediatas y los derechos políticos de los trabajadores y el pueblo son irrenunciables, son fundamentales para la propia subsistencia, mas, resulta insuficiente para alcanzar la emancipación social. La CIPOML convoca a los trabajadores y trabajadoras del mundo a que las luchas por el salario, por la estabilidad, por la seguridad social, por la tierra, por el agua y por los muchos problemas más que nos aquejan, las unamos al combate por echar abajo este sistema de explotación, a poner fin al dominio del gran capital, a la lucha por conquistar el poder, por el triunfo de la revolución social y el socialismo.
¡Solo la revolución proletaria pondrá fin a la explotación capitalista!
¡Solo el poder de los trabajadores emancipará a toda la humanidad!
Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones Marxista–Leninistas (CIPOML)
Comité Coordinador